Una pequeña reflexión sobre narcotráfico, muerte y prohibición

“El fanatismo consiste en redoblar tus esfuerzos cuando has olvidado tu objetivo” Jorge Ruiz De Santayana.

La actual prohibición de las drogas a nivel mundial tuvo sus inicios hace unos 90-100 años, y se creó con un objetivo claro: proteger a la población.

Poco a poco algunas sustancias, entre ellas la marihuana, fueron cayendo en el casi satánico concepto de «droga«, que suele asociarse a lo ilegal y prohibido.

Desconozco si quienes optaron por una solución prohibicionista ya lo sabían, pero es muy obvio que la prohibición no implica abstencionismo por parte de los consumidores. Empezó entonces a haber demanda y por supuesto, oferta. Y las cárceles se empezaron a llenar de «narcotraficantes«.

Como el negocio estaba dejando muchas ganancias, el narcotráfico de forma natural empezó a crecer y a organizarse (en forma de pirámide); lo que claramente alarmó a las autoridades. Su respuesta fue inmediata y fuertemente influenciada por nuestra herencia evolutiva. Iniciaron una guerra contra esas personas y la bautizaron guerra contra las drogas.

Hoy en día esa guerra se materializa en hechos como «Policía brasileña mató más de 11.000 personas en 6 años» . 11.000 personas. Vale que la droga mata.

Yo pienso que nuestro Gobierno, junto con todos los demás Gobiernos del mundo, cometió un error al inclinarse por  la prohibición de las drogas; creo que terminaron creando un problema mucho mayor. Querían protegernos de la muerte por consumo de sustancias, pero nos terminan recetando balas en la calle gracias al narcotráfico que ellos indirectamente crearon.

La solución actual que el Estado ofrece para solucionar este problema, me parece sinceramente, muy poco realista: Capturan todos los días personas que transportan cocaína y marihuana, principalmente. Y yo me pregunto ¿Cuál es la meta? ¿Atraparlos a todos?

Hoy mismo, pueden meter a todos los narcotraficantes del mundo a la cárcel, absolutamente a todos, que mañana va a haber un montón de gente nueva vendiendo psicotrópicos. Porque la demanda no va a dejar de existir. Y si la droga existe y los consumidores también, es obvio que va a haber gente que la venda.

La solución no es saturar la cárcel con esas personas. ¿No creen que es tiempo de sentarse a analizar resultados obtenidos? ¿De abrir el tema a discusión y plantear nuevas propuestas?

La razón detrás de la prohibición era protegernos de un peligro ¿No es absurdo entonces que la prohibición produzca un peligro mayor que la droga misma?

¡La prohibición le deja ganancias a los criminales y mafias! Con esa plata producto de la venta compran armas, pistolas con las que nos asaltan en las calles. AK-47 con las que disparan a la Policía.

El Gobierno quemó este año miles de matas de marihuana en sembradíos en Talamanca.
¿Qué tiene de malo que esas plantaciones sean del mismo Gobierno? Así el dinero de esas ventas en lugar de quedar en manos de una persona poco constructiva para la sociedad, queda en manos de personas que la produzcan, de gente que la transporte, la procese y la venda en establecimientos y de todas ellas el Estado recoge impuestos.
A fin de cuentas todas esas personas que iban a comprar las plantas que destruyeron, no van a dejar de consumir sólo porque las quemaron.

Y con esos impuestos recolectados se construye mejor un programa eficaz contra el consumo de las mismas sustancias, a través de una campaña publicitaria anti-consumo de narcóticos. Y se ahorran los gastos (porque no son inversiones) en viajes en helicóptero, que no están cumpliendola meta.

Creo que es tiempo de ser realistas. De optar por soluciones flexibles y eficaces. Si el objetivo ya lo perdieron de vista y les salio el tiro por la culata, deben ser humildes y abiertos, entender que fue una mala decisión.

El Gobierno y su prohibición actual no están siendo parte de la solución. Están siendo parte del problema. La muerte no viene por un puro de marihuana. La muerte viene de la persona que vendió ese puro, gano plata y compro un arma.

No confundamos drogas con narcotráfico.

Sustancias psicoactivas siempre van a existir. Consumidores también.
El narcotráfico en cambio si se puede eliminar. Las muertes producto del narco también. Pero es necesario tener una mente abierta.

Hay que romper con el tabú de la legalización ya y comenzar a dialogar sobre este tema de seguridad ciudadana. Si no estamos preparados para la legalización, preparémonos, porque estamos en el camino equivocado y hay que dar la vuelta antes de que sea demasiado tarde.

Escrito por Esteban Cairol.